cierto día en que cochinito doméstico salió a dar un paseo, sintió
ruido. Asustado, se escondió detrás de un árbol, y asomando la cabeza vio a
pavito salvaje que andaba entre las matas. Cochinito doméstico, saliendo de su
escondite, fue a su encuentro. --¿cómo está, amigo pavito? --- le preguntó
--muy bien, amigo cochinito; pero, ¡qué gordito está usted! ---¡cómo
no he de estarlo! Si en mi corral tengo abundante comida. Y a propósito, amigo
pavito, ¿por qué no viene a vivir conmigo? Allí podrá usted comer en abundancia
y engordar todo cuanto quiera.
--¡oh!, amigo cochinito, agradezco mucho su invitación; mas no me
seduce nada que me engorden para después comerme. --¡ay!, amigo pavito, ¡es tan
bueno comer todos los días! --es verdad, amigo cochinito; sin embargo, dentro
de unos meses, cuando ya usted esté asado, todavía yo podré gritar: ¡pascual!
¡pascual! Además, aquí en el bosque estaré flaco, pero, en cambio, soy libre
--¡caramba! Usted tiene razón –dijo cochinito---, desde hoy me quedo a vivir en
su compañía. Y desde entonces cochinito doméstico se convirtió en cochinito
salvaje
No hay comentarios:
Publicar un comentario