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martes, 13 de septiembre de 2016

Accidentes vasculares cerebrales (hemorragia, trombosis, embolia)

definición: afecciones seguidas a una lesión de los vasos cerebrales, que se inician bruscamente y evolucionan seguidamente en más o menos tiempo hacia síndromes neurológicos de mayor o menor grado, cuya regresión es posible. Suelen presentarse bajo 3 formas: hemorragia cerebral (rotula de la pared vascular); trombosis cerebral (formación de un coágulo de sangre “in situ” que tapona el vaso) y embolia cerebral (obturación del vaso por un coágulo formado en otra parte del organismo).

Etiología: las causas principales de estos accidentes son arteriosclerosis y el aumento de la tensión arterial. Son necesarios estos 2 factores para que los accidentes vasculares se produzcan, ya que una presión alta pero en unas arterias sanas no sería suficiente razón para originarla, así como tampoco habría accidentes vasculares en el caso de unas arterias envejecidas pero con presión baja. También puede producirse la embolia a causa de una cardiopatía. Además de estas causas desencadenantes de un ataque de esta naturaleza, intervienen otros factores de tipo secundario para lograrlo. Son los llamados factores ocasionales, que producen momentos antes del ataque una subida de la tensión arterial. Pueden citarse: la digestión de comidas copiosas, esfuerzos físicos, estreñimiento pertinaz,el acto sexual, un ataque de cólera,bañarse en plena digestión. Esta enfermedad suele atacar más a los hombres que a las mujeres. También la constitución física puede ser un factor coadyuvante. Las personas de constitución pícnica (talla corta, cuello ancho, rostro congestionado) son más propensas a padecer estos accidentes cerebrales. La predisposición a esta enfermedad se transmiten por vía hereditaria

síntomas: A veces aparecen unos signos premonitorios como mareo, atontamiento y cefaleas (dolor de cabeza). El ataque se produce de modo brusco y suele iniciarse con perdida de conocimiento que puede acabar en coma, es decir, en un estado de sopor profundo en el que quedan abolidas las funciones de conocimiento, sensibilidad y movilidad. Entonces aparecen ya los signos neurológicos, especialmente la hemiplejía (parálisis de la mitad del cuerpo). La perdida de conocimiento puede durar unas horas o incluso días. Hay generalmente trastornos de la palabra y, en algunos casos, la vista y la cabeza están desviadas hacia un lado, que es el atacado por la enfermedad. Si la hemorragia se ha producido en el lado derecho del cerebro, la parálisis afectará al lado izquierdo y viceversa. Si la lesión es muy pequeña, el ataque puede ser insignificante, incluso sin consecuencias. El pulso del paciente al principio es lento y fuerte. La presión arterial suele ser elevada.

Diagnóstico: debe basarse en los trastornos neurológicos presentados por el paciente. Estos pueden ir desde una simple afasia (trastorno del lenguaje) hasta una hemiplejía o un coma. Si existe coma hay que acudir al diagnóstico diferencial, pensando en otras enfermedades que puedan producir una coma sin que sea una afección vascular cerebral.

Tratamiento: lo más importante durante la fase aguda de un accidente vascular cerebral es mantener con vida al paciente. Solo en casos extremos la muerte ocurre durante horas que siguen el accidente vascular. Si el coma permanece y se inicia un estado febril elevado, el pronostico sera grave. Si por el contrario el paciente se recupera pronto del estado de coma, los trastornos neurológicos retornan a menudo. A veces, quedan secuelas como rigidez de un miembro o trastornos de la palabra. Hay que tener en cuenta varias fases durante el tratamiento. En el primer momento debe acostarse al enfermo, procurando moverlo poco para que la hemorragia, lesión o trombo no aumenten. Se aflojará la ropa que lleve puesta para que nadan le apriete. Rápidamente se llamara al medico.

Debe procurarse que los intestinos funcionen y para ello, si el enfermo puede tragar se le dará un purgante para quitar toda intoxicación alimenticia. Si no puede tragar, se le pondrá un enema. Con el fin de que llegue poca sangre a la cabeza, se aplicaran bolsas de hielo sobre esta parte del cuerpo. También se pondrán sobre las piernas y pies cataplasmas de mostaza y harina de linaza. Es conveniente mantener las piernas y pies calientes, ya sea utilizando una esterilla eléctrica o bien con botellas de agua caliente. Debe procurarse que el paciente que el paciente mantenga la cabeza alta. También hay que procurar que vacié la vejiga para evitar infecciones, y si no se consigue de manera natural, es muy conveniente que el medico sondee al paciente. Cuando la enfermedad se prolonga, es necesario cambiar de posición a menudo al paciente con el fin de que no se produzcan llagas por estar tanto tiempo en la cama. Con el mismo propósito se limpiarán convenientemente las partes que pudieran quedar manchadas por la orina o por las deposiciones. Además,es muy bueno endurecer estas partes frotándolas diariamente con alcohol mentolado. Posteriormente y ya en la fase de rehabilitación, son muy reconfortantes los masajes en las zonas afectadas. Mas adelante es conveniente levantar de la cama al paciente y sentarlo en un sillón, al principio 10 minutos diarios, y aumentar progresivamente este tiempo e intentar que ande de nuevo, ayudado por personal especializado. No hay duda que el mejor tratamiento es siempre la prevención o evitación de estos accidentes.


La alimentación durante el primer tiempo sera solo liquida, a base de zumos de frutas. En el periodo de la convalecencia y con posterioridad a la rehabilitación, el régimen del enfermo sera de tipo crudívoro-purificador o bien el régimen lacto-vegetariano. Es conveniente que se prescinda de la sal. Es conveniente en todas las afecciones nerviosas el tratamiento del apio. Las sustancias fosfóricas que presentan fortifican los centros nervioso y el cerebro. Ayudan a la recuperación el uso del baño vital (diario) con agua muy fría. Son aconsejables los baños derivativos para descongestionar la cabeza (por ejemplo, baños de tronco). Se hará uso también del baño de vapor para el vientre y las piernas y los chorros de agua templada de la mitad inferior del cuerpo. Es muy interesante para los enfermos de estos accidentes vasculares cerebrales tomar infusiones, o mejor tintura puede disolverse en una pequeña cantidad de agua. Tanto la hemorragia (rotura de una arteria del cerebro un vaso) como la trombosis cerebral (formación de un coagulo en vena),así como embolia cerebral (obstrucción brusca de un vaso, especialmente una arteria por cuerpo arrastrado por la corriente sanguínea) requieren los mismos tratamientos naturales descritos en este apartado.