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martes, 8 de noviembre de 2016

Zumo de tomates Escalibada

ingredientes
1/2 kg. De tomates maduros
sal y zumo de limón al gusto

preparación

se pelan los tomates y se trocean. Posteriormente se baten en una batidora y se tamizan. Se le añadirá la sal y, si se desea, un chorrito de zumo de limón. Se revolverá un poco y se servirá en un vaso o una copa.

2 receta ingredientes
2 pimientos verdes
1 pimiento rojo
2 berenjenas
2 tomates maduros grandes
1 cebolla grande
4 patatas
150 cc. De aceite
zumo de limón
sal
preparacion
asar en el horno los pimientos, las berenjenas y los tomates rociados de aceite, las patatas con piel y la cebolla. Cortar a tiras las berenjenas y los pimientos, prescindiendo de las semillas y el tallo. Pelar y trocear los tomates y la cebolla. Pelar las patatas y partilas por la mitad; vaciarlas un poco y hacer una pasta con la pulpa extraída, sal, aceite y unas gotas de limón; rellenar con esta pasta las patatas. Colocar en una fuente todas las hortalizas y sazonar con sal, aceite y unas gotas de limón

migas

ingredientes
pan sobrante de las comidas
aceite
2 dientes de ajo

preparacion

cortar el pan en cuadrados y empaparlos en agua salada. Dejar reposar toda la noche para que, en el momento de la elaboración, las migas estén totalmente secas. Freír dos dientes de ajo en una sartén con bastante aceite. Cuando estén bien dorados, sacar los ajos y retirar la sartén del fuego. Echar las migas en ese mismo aceite y revolverlas continuamente hasta que el pan esté dorado por igual.

la excursión

al terminarse los exámenes, todos los alumnos sintieron una gran alegría, porque habían podido leer con éxito en el libro de lectura. El maestro, muy satisfecho de la tarea realizaba, los llamó y les dijo: --amigos míos, quiero felicitarlos por la excelente labor rendida durante el curso, y a la vez, invitarlos a una excursión al campo. Los niños aplaudieron alegremente. Llegó el sábado, y salieron en el autobús de la mañana. Era la sexta excursión que hacían ese año. El día amaneció espléndido, y los muchachos estuvieron a la hora exacta de tomar el autobús. Ni a uno solo se le hizo tarde. Cuando llegaron al término de su viaje, visitaron una mina de hierro, que estaba en explotación, y después de jugar a la pelota, de comer frutas y correr cuanto desearon, emprendieron el regreso. Volvían felices por las muchas diversiones de que habían disfrutado.

La mujer pobre y la mujer rica

en un pueblo del interior vivía una mujer muy pobre que era vecina de otra muy rica. Un dia la mujer pobre cayó gravemente enferma y cuando estaba a punto de morir, se recordó de la santísima trinidad y dijo: --¡cúrame, santisima trinidad! Tú siempre me has ayudado. Mete tu mano, virgencita querida. ¡salvame! No me abandones. La santisima trinidad oyo el ruego de la mujer, pues una semana más tarde estaba sanita, sí señor sanita sin enfermedad. Se le desaparecieron los dolores, que eran tantos; se le quitaron las arrugas ¡suas! Como si la hubieran estirado; las mejillas retornaron a su color natural; y dejó de temblar, porque temblaba, taraqui, taraqui, taraqui, como una máquina. En vez de llorar, cantaba: tranina traninanina. Dejó de ser triste para ponerse contenta. Con decir que parecía como si hubiera acabado de nacer, o como si fuera otra persona.--todo se lo debo a la santísima trinidad –repetía--. Puse en ella mi fe y me curé y como todo se lo debía a la santisima trinidad, fue a la iglesia, se arrodilló ante la santa, le rezó, le dijo las gracias y le dijo: ---no tengo nada para regalarte, virgencita.
Pero si pasas mañana por mi casa, a la hora del almuerzo, encontrarás preparado un pollito que quiero que te comas. Y me perdonas lo poco. Es lo unico que puedo ofrecerte. ¿vas a ir? Entonces le pareció oír una voz lejana, como un eco, que dijo: ---iré. Al día siguiente, bien, pero bien temprano, la mujer se puso a preparar el pollo. --¿será mejor asado o será mejor guisado? --se preguntaba. Estaba indecisa. ---¿cómo le gustará más a la santísima trinidad? ¿cómo? Decidio guisarlo. Hizo salsa de tomate con los tomates del corral y se la derramó encima al pollo. ¡qué sabroso! El pollo tenía un olor exquisito. ¡ahhhhhh! Tranina traninanina cuando estaba poniendo la mesa, tocaron a la puerta: --¡tum, tum, tum! --¿quién es? --¡una limosnita, por el amor de dios! ¡una limosnita! La mujer se angustió: --¿y qué le doy, si no tengo nada que darle? Pues  le arrancó un ala al pollo, abrió la puerta y se la entregó al pordiosero. --es lo único que puedo darte –le dijo –dios se lo pague –dijo el pordiosero, y se fue luaqui, luaqui, luaqui, comiéndose su ala de pollo. Pero ahí mismitico tocaron otra vez: --¡tum, tum, tum! ---¿quién es? --¡una limosnita, por el amor de dios! ¡una limosnita! La mujer se angustió: ---¿y que l doy, si no tengo nada que darle? Pues le arrancó un ala al pollo, abrió la puerta y se la entregó al pordiosero. --es lo único que puedo darte ---le dijo. ---dios se lo pague –dijo el pordiosero, y se fue, luaqui, luaqui, luaqui, comiéndose su ala de pollo perro ahí mismitico tocaron otra vez: --¡tum, tum, tum! --¿quién es? --¡una limosnita, por el amor de dios! ¡otra limosnita!... --ya va pero está vez la mujer se angustio menos. Le arrancó la otra ala al pollo, abrió la puerta y se la dio al limosnero. --es lo único que puedo darte. --gracias, buena mujer. Dios te lo pague. --amen y no habían pasado cinco minutos, pero ni cinco minutos, apenas tres, cuando volvieron a tocar a la puerta. No era la virgen, sino un tercer limosnero, sí señor. La mujer le arrancó un muslo al pollo, ¡juáquiti! Y se lo dio al limosnero. --gracias, señora. Un millon de gracias. --no hay de qué.
Entonces la mujer pensó: --tendré que explicarle a la santísima trinidad lo que ha pasado. Ella me comprenderá. Por fortuna algo queda todavía del pollo: un muslo, la pechuga, el pescuezo. Algo. Y se sentó a esperar a la virgen. Espera y espera. Las doce, la una, las dos, las tres, las cuatro... --¿qué le habrá pasado?¿será que no tiene hambre?¿sera que se lo olvidó? No puedo ser que haya querido despreciarme, porque... no puede ser. Las cinco... como todavía a esa hora no había llegado, la mujer se fue para la iglesia y se arrodilló ante la imagen de la santa. Se sonrió y la miro en la cara.¡qué cara más hermosa! --¿qué te pasó? ---le preguntó con la voz temblorosa por la emoción---. ¿por qué no fuiste? Me dejaste esperando todavía queda bastante del pollito. Entonces a la mujer le pareció oír que la virgen dijo: ---no te preocupes. Yo estoy enterada de todo con la intención basta. Regresa a tu casa tranquila y cómete en mi nombre lo que queda del pollo. ¡vete, anda! La mujer se levantó complacida, llegó a su casa y se comió el resto de pollo en nombre de la virgen. Se lo comio en un  dos por tres, porque tenía un hambre... ¡ooooye! Y lo mejor vino entonces, pues al entrar a su cuarto, ¡que alegría!, halló sobre la cama un montonón de monedas de oro que casi llegaban hasta el techo. ¡amarillitas! Pero un montonón. La mujer se encandiló. --¿qué es esto, dios mío? Como eran tantas las monedas, decidió ir a la casa de la vecina rica para pedirle prestada la medida que ella usaba para medir su dinero y otras. Fue --¡como no! ---manifesto la vecina rica---. Déjeme buscársela. Pero cuando estaba en la cocina, dijo: ---voy a ponerle este poco de cera en el fondo a la medida para ver qué es lo que va a medir mi vecina. ¿qué será? La mujer pobre cogió la medida, entró en su casa y se puso a medir las monedas. Una, dos, tres... siete... nueve... catorce medidas. ¡vaya! Mientras más medía, más monedas aparecían. ¡tilín, tilín, tilín! Hasta que al fin se acabaron, como ocurre con todas las cosas. Pero ya la mujer pobre, que ahora no era ninguna pobre, claro está, había llenado más de doce sacos. ¡upale! Cogio otra vez la medida y sin revisarla, fue a llevársela a su vecina. Esta se quedó sorprendida. ¡en el fondo estaba pegada una moneda de oro! --debes tener muchas ---le dijo---. Muchas ¿de dónde la sacaste? Como no era egoísta, la mujer pobre le contó todo a su vecina.
--¿así es?... te felicito. ¡qué suerte! Pero mentira. Ella no quería felicitarla nada. Lo que sentía era envidia. Si, envidia, una envidia que se la comía por dentro. Y también como rabia, o como odio. Rabia y odio al mismo tiempo. ¿y qué hizo?... sin haber estado enferma, sin tener nada que agradecerle a la santísima trinidad, fue al corral, agarró un pavo, no un pollo, sino un pavo bien grande, le torció el pescuezo, ¡ruaqui, ruaqui,ruaqui!, lo desplumó y se puso a guisarlo. No es por nada, pero le quedó muy sabroso ¡que olor! ¡que sabor! A la salsa no le puso tomates solamente, sino que la echó alcaparras, cebolla, ajo, coliflor, ají, pimentón, aceitunas, perejil, pimienta, comino, aceite, vinagre... de todo, pues. Como era rica, nada le faltaba. Entonces cogió el camino de la iglesia, entró y se arrodilló ante la virgen: --santisima trinidad, vengo a hacerte una invitación. Te he preparado un pavo para que te lo comas. Nada menos. Te espero en mi casa mañana a las doce. ¡cuidado como dejas de ir! En ese momento le paeció oír una voz remota, como un eco, que dijo: --ire a tu casa mañana. Espérame. Al día siguiente la mujer rica se levantó muy temprano y se puso a preparar la mesa. Un mantel bordado, cubiertos de la mejor clase, tazas de porcelana, vasos y copas de cristal más fino. ¡bueno, pues! Y comenzaron a pasar las horas... las ocho, las nueve, las diez... las once y media. --tum, tum, tum! --tocaron a la puerta. --¿quien es? --¡una limosnita, por el amor de dios! ¿una limosnita?... ¡inoportuno! La mujer abrió y le grito al limosnero: --¡qué limosnita ni qué limosnita! ¡váyase de aquí inmediatamente, flojo! Y le tiró la puerta en la cara. ¡tratán! Las once y cuarenta y cinco de la mañana... --¡tum, tum, tum! --¿quién es? --¡una limosnita, por el amor de dios! ¿una limosnita?... ¡inoportuno! La mujer abrío y le gritó al limosnero: -¡qué limosnita ni qué limosnita! ¡váyase de aquí inmediatamente, flojo! Y le tiró la puerta. ¡trantrán! Las once y cuarenta y cinco de la mañana... --¡tum, tum, tum,! --¿quién es? --¡una limosnita, por el amor de dios! --ahora sí es verdad que se puso buena la cosa –comentó la mujer---. Estos malditos limosneros huelen desde lejos lo que la gente prepara para comer y comienzan a desfilar y a pedir y a pedir: <¡una limosnita, por el amor de dios! Buscó la escoba, abrió la puerta y, ¡juaqui, juaqui, le dio dos soberanos escobazos al pobre por el lomo.
--¡ay, ay! --gritó este, y se alejo adolorido. Tan,tan,tan,tan,tan,tan,tan,tan,tan,tan las doce... al sonar la última campanada del reloj, tocaron otra vez: ---¡la santísima trinidad! ---dijo la mujer---. Debe ser ella. Y salió disparada a abrir la puerta. Pero no era la virgen, no sino un tercer pordiosero. ¡cómo se puso de furiosa la mujer! --¡una limosnita, por el amor de dios! Espere un momentico, que ya voy a traérsela. ¡limosnita!... cogió un balde,lo llenó de agua, y  ¡chuaqui! Se le vació encima al pordiosero. Este no dijo nada, se sacudió la ropa y se fue triste. ¡qué tan mala! Como las horas seguían pasando y la santísima trinidad no aparecía trinidad no aparecía, la mujer decidió ir a la iglesia. Tras, tras,tras, y entró. --¿qué te ha pasado, virgencita linda? --dijo con hipocresía---. En mi casa te está esperando el pavo. Está sabrosísimo. Entonces a la mujer rica le pareció oír una voz que le dio: --yo fui a tu casa disfrazada de pordiosero. Tres veces fui. Y nadie más que tú sabe lo que ocurrió: me tiraste la puerta en las narices, primero; me diste dos escobazos, después; y por último, me echaste un balde de agua encima ¿fui o no fui a tu casa? La mujer rica se asustó. Quiso hablar y no le salieron las palabras. Tenía trabada la lengua. Quiso gritar y no pudo: no le salió el grito. Quiso llorar y tampoco: tenía secos los ojos, sin lágrimas y la garganta apretada. Se puso de pie y corrió a su casa, llena de terror. Cuando llegó, ¡ay, dios mío!, solo encontró un montón de ruinas. ¡ufff! Las paredes derrumbadas, la madera hecha carbón, humo y fuego en todas partes, hierros encendidos. Un pavoroso incendio le había destruido la casa.

las vacaciones de juanito

el abuelo de juanito tenía una hacienda no lejos de la playa. Al niño le gustaba pasarse allí las vacaciones porque así podía correr por la yerba, arrear los bueyes, recorrer los sembrados, montar a caballo, hacer casitas de palmas y, por la noche, coger lucérnagas. Todas las mañanas, después de dar de comer a las gallinas, iba con el abuelo a la playa, paseaban por la orilla del mar y algunas veces salían en la lancha del vecino. Cuando llovía, se quedaba en la casa, y se pasaba el día ayudando al abuelo u oyendo los cuentos de la abuelita. Llegaron de nuevo los días de clases, y juanito sintió la tristeza de dejar a sus abuelos y a los pájaros y a las flores; pero sentía alegría por ver de nuevo a sus compañeros, a la maestra, y por todas las cosas nuevas que iba a aprender. Los abuelos vieron marchar a juanito con tristeza y lo llenaron de regalos, mientras le decían: --juanito, te esperamos en las próximas vacaciones

martes, 1 de noviembre de 2016

Ensalada variada

ingredientes
1 lechuga tierna
3 tomates fuertes
3 zanahorias tiernas (ralladas)
1 cebolla mediana
aceitunas verdes y negras
1 pepino pequeño
un manojo de rabanitos
aceite y sal al gusto
zumo limón

preparacion

lavar bien las hojas de lechuga y trocearlas. Lavar y pelar el pepino, las zanahorias, los tomates, los rabanitos y la cebolla; trocearlo todo y mezclarlo con la lechuga. Añadir las aceitunas y proceder al aliño con abundante aceite, un chorro de zumo de limón y una pizca de sal

sábado, 29 de octubre de 2016

compota de manzanas

ingredientes
1 kg. De manzanas
1/4 kg. De azúcar
1/2 kg litro de agua
corteza de limón

preparacion
pelar las manzanas y cortarlas en trozos, sacándoles el corazón. Colocar en una tartera con el agua, el azúcar y la corteza del limón y poner al fuego. Cocer hasta que la fruta quede tierna pero sin deshacerse. Servir con su jugo.


huevos duros con guisantes y salsa de tomate (6 personas)

ingredientes
400 grs. De guisantes
6 huevos
1 cebolla pequeña (triturada)
salsa de tomate
sal
preparacion

cocer los guisantes a fuego lento en una cazuela, con un poco de aceite y un poco de cebolla triturada, y sazonarlo todo con un poco de sal. Retirarlos del fuego y pasarlos por una sartén con un poco de aceite a fuego medio, hasta que queden más bien secos. Cocer los huevos 10 minutos aproximadamente, hasta que estén duros, cortarlos por la mitad y colocarlos en platos de barro junto con los guisantes y la salsa de tomate

huevos al nido (4personas)

ingredientes
4 panecillos redondos (medianos)
500 grs. De queso emental o mozzarella
4 huevos frescos
aceite y sal

preparación
se abren los panecillos por su parte superior y se vacían bien de miga; en su interior se coloca primero el queso rallado y después la yema de un huevo por panecillo (la clara se batirá a punto de nieve en un recipiente) se recubre el orificio superior del panecillo con la clara (a punto de nieve) y se frie con aceite muy caliente, sin dejar de rociar la parte superior del panecillo con cucharada del mismo aceite de la sartén. Cuando esté bien dorado se deja que se escurra bien el aceite y se sirve bien caliente


viernes, 28 de octubre de 2016

Quién fabricó el primer motor?


Un motor es una máquina que produce movimiento. Su papel consiste en transformar una energía, generalmente calorífica, en un movimiento que permita realizar un trabajo. Los hombres dispusieron de herramientas mucho antes de tener motores con que accionarlas. En un principio, la única energía que había para accionar dichas herramientas era la de la fuerza muscular del hombre o de los animales. Más adelante, la humanidad aprendió a provechar el viento con velas y molinos de viento. Cuando un molino de viento empezó a bombear agua y a moler grano, ya se trataba de cierta clase de motor. Asimismo, la energía de los saltos de agua también se transformó en trabajo gracias a las norias. Pero cuando los hombres aprendieron a controlar la energía del calor en los motores, toda nuestra civilización empezó a cambiar. En realidad, la primera aplicación que se conoce del calor del fuego para accionar un motor tuvo lugar hace unos 2000 años.

Un filosofo griego llamado herón construyó la primera máquina de vapor, si bien era demasiado pequeña para efectuar ningún trabajo. En 1705, un ingles llamado thomas newcomen inventó una máquina de vapor utilizable. Esta se empleó para extraer el agua de las minas de carbón, pero consumía demasiado combustible. En el siglo XVIII, james watt fabricó una máquina de vapor perfeccionaba, diseñando válvulas que funcionaban automáticamente, de forma que ya hacía falta que nadie permaneciera junto a la máquina para accionar las válvulas que hacían subir y bajar el pistón. En 1803, robert fulton utilizó la máquina de vapor de watt para impulsar un buque, y en el decenio de 1820, george stephenson construyó un ferrocarril de vapor en inglaterra. A pesar de todo, el motor de vapor era muy pesado, pues la combustión tenía lugar en un horno exterior a la caldera. El motor de gsolina, concebido en 1878 por alemán nicholas otto, representó el primer paso hacia la solución del problema del peso. Este motor no necesitaba un horno separado, y era muchísimo más ligero que una máquina de vapor de la misma potencia.

“en la antiguedad, los egipcios, griegos y romanos conocían una máquina de vapor llamada bola de eolo, descrita por herón, uno de los sabios de alejandría. Fundamentalmente constaba de una caldera y de una esfera hueca que apoyaba en 2 columnas, podía dar vueltas sobre sí misma por efecto del paso del vapor proveniente de la caldera. Aunque algunas crónicas nos dicen que había sacerdotes que la utilizaban para efectuar sus oráculos, parece ser que la entretenimiento para los sabios de la antiguedad. Los progresos de la máquina de vapor fueron muy lentos a través de los siglos. Una crónica del siglo XVI, apócrifa, da fe de un invento o aplicación de la máquina de vapor a la navegación mediante la aplicación a los barcos de unas ruedas de paletas. Una aplicación de la máquina de vapor para elevar el agua, una bomba de agua, fue descrita por un escritor italiano del siglo mismo siglo aseguró haber dado con artefactos para elevar el agua, propulsar navíos y achicar el agua de los pozos, pero no aportó pruebas de ellos. La aplicación de los motores de vapor fue la base de la revolución industrial”


energía: todo aquello que puede realizar un trabajo; la luz, la electricidad, el calor y el magnetismo, son formas de energía
stephenson, George (1781-1848): ingeniero británico que inventó  la tracción a vapor sobre vía férrea e intervino en casi todas las líneas de ferrocarril de europa.
Fulton, robert (1765-1815): inventor norteamericano establecido en inglaterra y francia. Construyó el primer sumergible con hélices, el nautilus.
Válvula: pieza que en ciertas máquinas sirve para abrir y cerrar un orificio para interrumpir la comunicacíon entre 2 órganos

miércoles, 26 de octubre de 2016

alcachofas a la brasa

ingredientes
6 alcachofas
1 limón
aceite y sal al gusto

preparacion

se sacarán las hojas exteriores (después de limpiarlas) y para evitar que se ennegrezcan se frotarán con limón y se sazonarán con sal. Posteriormente se colocarán en una bandea al horno y se cocerán con el gratinador; de vez en cuando se irán rociando con aceite, hasta que estén blandas. Servir inmediatamente

ensalada de arroz

ingredientes
arroz largo
queso manchego tierno
piña
lechuga
salsa rosa

preparacion
hervir el arroz en abundante agua con un poco de sal y un chorrito de aceite, posteriormente refrescar y escurrir bien, depositar en un recipiente y dejar enfriar. Trocear la piña a daditos; lo mismo se hará con el queso manchego (debe ser muy tierno). Mezclar el arroz con el queso y la piña revolviéndolo bien; después añadir la salsa rosa, y revolver otra vez hasta que estén todos los ingredientes uniformemente distribuidos. Por último, colocar todo en una fuente redonda y añadir la lechuga picada (muy pequeña), que servirá para adornarla por todo su contorno. Servir la muy fresca

Lo que debe saber la madre embarazada

el embarazo se inicia el día en que el óvulo comienza a desarrollarse en el útero. Esto sucede cuando el óvulo ha sido previamente fecundado, generalmente en la parte inferior de las trompas, y transportado después al útero, o cavidad uterina, en cuya membrana mucosa se implanta. Transcurren unos diez dias entre la fecundación del óvulo y su implantación en el útero. Como la fecha de estos dos acontecimientos no puede determinarse exactamente, el embarazo se cuenta desde el primer día de la última menstruación normal.
El embarazo dura 280 dias; es decir 40 semanas. Los médicos se expresan también en el sentido de diez meses de embarazo, atribuyendo ventiocho días a cada uno de ellos. En la práctica, la fecha probable del nacimiento se calcula contando 3 meses hacia atrás a partir del primer día de la última menstruación y añadiendo siete días. Si, por ejemplo, la última menstruación empezó el 5 de julio, puede esperarse el niño siete días después del 5 de abril; es decir, aproximadamente el 12 de abril. Sin embargo, los embarazos varían considerablemente y se consideran normales entre los 267 y los 294 días. De esta forma, el nacimiento puede ocurrir una o dos semanas antes o después de la fecha calculada, sin que pueda considerarse anormal en ningún aspecto el desarrollo del niño.

alabanzas al señor

en las puertas del cielo venden zapatos
para los angelitos que van descalzos en
las puertas del cielo venden sombreros
para los angelitos que van sin ellos en el
cielo hay un castillo, pintado de colorado,
que lo pintò jesucristo con sangre de su
costado. En el cielo hay un castillo pintado
de negro y blanco que lo pintò jesucristo
para el espìritu santo.

Villancico (canciòn)
¡pastores a belèn!
¡vamos con alegrìa
que ha nacido ya el
hijo de marìa! Allì, allì
nos espera jesùs.
Llevemos, pues,
turrones y miel, para
ofrecer al niño en belèn
¡vamos, vamos!
Vamos a ver,
vamos a ver al
recièn nacido,
¡vamos a ver al niño
en belèn!

Pastorcitos (canciòn)
¡venid pastorcitos!
¡venid a dorar al rey
de los cielos que ha nacido
ya! dicen los pastores que vieron
bajar una luz del cielo, derecho
al portal. ¡despièrtense niños!
¡despièrtense ya! Que los reyes

magos han llegado ya

Los hijos de la vida

ellos son los hijos de la vida que trata de llenarse así misma. Ellos vienen a través de vosotros pero no de vosotros. Y aunque ellos están con vosotros no os pertenecen les podéis dar vuestro amor, pero no vuestros pensamientos. Porque ellos tienen sus propios pensamientos. Podéis dar habitáculo a sus cuerpos pero no a sus almas,  pues sus almas habitan en la casa del mañana, la cual no ser puede visitar, ni tan siquiera en los sueños. Podéis anhelar ser como ellos, pero no luchéis para hacerlos como sois vosotros. Porque la vida no marcha hacia atrás y no se mueve con el ayer. Vosotros sois los arcos con los que vuestros hijos, como flechas vivientes son lanzados a la vida. El gran arquero ve la diana en el camino del infinito, y la dobla con su poder y sus flechas pueden ir rápidas y lejos. Haced que la forma en que dobléis el arco en vuestras manos sea para alegría, el también, además a amar la fecha que vuela, ama el arco que es estable