El día de tu santo te hicieron regalos muy valiosos: un perfume extranjero, una sortija, un lapicero de oro, unos patines, unos tenis Nike y una bicicleta.
Yo solamente te pude traer, en una caja antigua de color rape un montón de semillas de naranjo, de pino, de cedro, de araucaria, de bellísima, de caobo y de amarillo.
Esas semillas son pacientes y esperan su lugar y su tiempo
Yo no tenía dinero para comprarte algo lujoso
Yo simplemente quise regalarte un bosque
No hay comentarios:
Publicar un comentario